«Surplus», documental antisistema en busca del sentido del hombre

Hace cinco años la productora sueca ATMO distribuyó por Internet el filme documental Surplus, de claro contenido antisistema, cuya finalidad es estimular el cuestionamiento de los ciudadanos del mundo ante el sistema imperante y el peligro global que supone el consumismo atroz del primer mundo – que supone el 20% de la población y el 80% del consumo de los recursos mundiales –. El interés particular y la originalidad de este trabajo audiovisual, descansa en la humanidad que otorga al problema. Por lo general los proyectos alternativos y antisistema pretenden ofrecer soluciones, en ocasiones idealistas o utópicas. Surplus no pretende dar alternativas para seguir manteniendo el orden actual de las cosas, sino que muestra por sí mismo los estragos de nuestro sistema político y económico dejando que sea el mismo el que ponga fecha a su propia caducidad. (Ver el documental).

 

Surplus muestra la inviabilidad de los modelos políticos que han regido el mundo desde el siglo XX, desde el leninismo y el nazismo pasando por el keynesismo. Más allá de la vinculación con movimientos de lucha activa como el Black Block, su objeto es llamar la atención del peligro de dejarse llevar como una marioneta por un canal de información especialmente politizada poniendo en total evidencia las fervientes contradicciones del sistema. No obstante, no deberíamos caer en el error de juzgar a Surplus como un producto más del antisistema, pues es todo un ejercicio de honorable humanización. La descripción del vacío existencial de un joven rico – quizá podríamos hacer una comparación análoga con el joven rico del Evangelio – es de una riqueza extraordinaria que nos puede llevar a una profunda reflexión sobre el sentido de la existencia humana.  

 

Para el joven muchacho de Surplus la vida consumista no es satisfactoria. Tiene dinero para gastarlo en lo que quiera y desee, pero llega un momento en que se cuestiona si realmente la felicidad es comprar más y más. Ha llegado un momento en que los espacios de consumo se han sacralizado convirtiéndose en los templos de la nueva religión, el capitalismo. Son espacios que configuran la existencia del ser humano, en ellos las personas pueden encontrar y comprar incluso el amor – muñecas – sin la necesidad de establecer relaciones personales – propio de la naturaleza humana –. Surplus genera un análisis acertado, refleja el vacío existencial de un mundo que quiere dar sentido a su existencia. Hoy, se piense como se piense, se crea en lo que se crea, la gente se siente con la necesidad ontológica de dar sentido a su existencia, de llenarse con algo que no sea trivial o pasajero, sino que de sentido a su vida a lo largo de su existencia y le encamine hacia un fin que unifique su experiencia vivencial.