Cuando el materialismo convierte a Darwin en dogma (I)

Publicado: 11 febrero, 2010 en Ciencia

Sin lugar a dudas el modo con que una parte de los biólogos y de la farándula intelectual trata a Darwin con tanto elogio compulsivo se aproxima a una actitud más ideológica que científica. Los darwinistas, neodarwinistas y cualquier doctrina del materialismo más ortodoxo trata de convencer, al mismo tiempo que se auto-convencen, de la importancia de Darwin – que la ha tenido – y de su teoría – que se reelabora continuamente para justificar sus numerosos errores –. Decir que los seguidores de Darwin son ortodoxos, no es ninguna exageración, basta recordar el comentario de Julian Huxley en 1960: “El primer punto que debemos destacar de la teoría de Darwin es que ya no es una teoría, sino un hecho”. ¿Perdón? ¿Un hecho basado en datos irrefutables? No, ni entonces, ni ahora, ni mañana. La principal fuente de información de la evolución es el registro fósil y este tiene sus lagunas. Cuando Huxley convierte el darwinismo en hecho, lo convierte en una creencia. Un dogma se caracteriza porque no puede ser modificado. Sin duda ya estamos en la ideología y no en la ciencia.

 

Para Darwin los temas centrales de la evolución son el cambio de las especies y la adaptación de éstas al medio. Consideraba que el cambio debía llegar a las especies a través de la acumulación de pequeñas variaciones aleatorias en algún componente hereditario y desconocido de los organismos. Esta idea es sumamente ingeniosa, sobre todo porque Gregor Mendel aún no había descubierto los genes. En cuanto a la adaptación Darwin presentó una teoría del mecanicismo de la evolución con dos frentes: la variación – ocurrida por azar – en el componente hereditario de os seres vivos, y la selección natural – ocurrida por la necesidad de la supervivencia – a partir de estas variaciones para que los más fuertes sobrevivieran – la lucha por la existencia –.  A nivel científico los mecanismos propuestos presentan problemas. En primer lugar la idea de selección natural es difícil de falsear y por otro lado el mecanismo gradual no es útil para explicar saltos tan gigantescos en la evolución como la aparición del ojo. Por otro lado y esto es fundamental, al final de su vida se lamentó de que su teoría no respetara la idea de propósito: “Mi teología – la negrita es mía – es una mera confusión; no puedo ver el universo como el resultado de puro azar, pero tampoco veo en los detalles evidencias de un diseño benevolente”. Darwin tuvo que salir de la ciencia y afiliarse a la filosofía materialista para poder explicar la adaptación y para poder eliminar a Dios del universo viviente.

 

Pero este planteamiento exige que los humanos seamos máquinas determinadas. A partir de este momento el darwinismo – y el neodarwinismo – sostenidos por el materialismo filosófico lanzaron un ataque ideológico en tres frentes. El primero contra el propósito en la biología ya que éste hace referencia a causas finales y esto no es compatible con el determinismo materialista; el segundo, se dirige contra el lamarquismo y, por asociación, contra las ideas organísmicas en general. Dichas ideas le daban importancia al organismo y abrían la biología a la causalidad a nivel del organismo, como la autonomía y el libre albedrío que salvaguardó Descartes, y el tercero, convertir la explicación de la vida en un epifenómeno de la materia y el mecanismo sin ninguna referencia a nada que no fuera físico. Otro de los éxitos de la cruzada darwinista fue el hecho de convertirse en sinónimo de evolución contra la idea de propósito o todo apunte teleológico.   

comentarios
  1. Barraquito dice:

    Es cierto que las teorías de Darwin contienen errores, como las tenían las de Newton, por ejemplo. Por eso, a base de trabajo y esfuerzo, los hombres intentan llevar esos principios al conocimiento máximo. Lo que no es de recibo es pretender saber la verdad absoluta sin mover un dedo en dos mil años basándose en las supercherías y supersticiones de pueblos antiguos y trasnochados. Yo no te puedo enseñar una fotografía real de como era un dinosaurio o un dientes de sable. Espero que tú si puedas mostrarme una de dios o del diluvio.

  2. opusprima dice:

    Saludos Barraquito. Gracias por comentar.

    Quién se basa en «las supercherías y supersticiones de pueblos antiguos y trasnochados». Respecto a una fotografía de Dios pues sería algo sorprendente que ya quisieran todos los medios de comunicación. No obstante puedes ver en el cosmos la presencia de Dios y que esos lindos dinosaurios no proceden del azar o cualquier otro dislate. Pero como bien dices esto exige trabajo y esfuerzo. Gracias por tu comentario Barraquito.

  3. edivimo dice:

    «el mecanismo gradual no es útil para explicar saltos tan gigantescos en la evolución como la aparición del ojo.»

    El mecanismo gradual para explicar la aparición del ojo fue explicado por el mismísimo Darwin. Puedes leer la explicación en inglés aquí.

    La teoría sintética de la evolución funciona y por eso es que es la dominante, no porque imponga un dogma.

  4. […] fundamentalismo científico sitúa la ciencia y la opinión de los científicos como verdad axiomática e […]

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