¿Qué es un humano?

Publicado: 2 marzo, 2011 en Filosofía

En los institutos se ofrece una comprensión del ser humano muy alejada de la definición de Boecio para el cual la persona es el supuesto individual de naturaleza racional o de la revelación cristiana según la cual el hombre es imagen y semejanza de Dios. Algunos de ustedes conocerán el interesantísimo blog de filosofía La lechuza de Minerva de la profesora de secundaria Concepción Pérez García que en las últimas semanas reflexiona sobre qué es ser un humano y si los animales poseen inteligencia. Al margen del uso complementario de un video del programa del señor Eduard Punset desconozco qué razonamientos ofrece la señora Pérez García, sin embargo las respuestas de sus alumnos al blog ponen los pelos de punta, más si uno posee ligeros conocimientos filosóficos.

Algunos de los barbilampiños afirman en el blog de su profesora de Educación para la Ciudadanía que “una de las únicas diferencias que tenemos con ellos (con los animales se refiere) es que nosotros tenemos historia”. Esta respuesta no es nueva pues son muchas las personas que minimizan las diferencias del hombre con los animales; no obstante el hecho de que el hombre sea un ser con biografía no es una diferencia accidental sino absolutamente radical con respecto a los otros seres de la naturaleza. Otro mozalbete señala que la diferencia entre los humanos y los animales es que “los humanos hemos buscado ser y sentirnos superiores”. Esta percepción hunde su raíz en la idea de que el hombre sólo es un momento más dentro del proceso evolutivo y que sus principales facultades como la inteligencia y la voluntad no son más que causas físicas que ya se encuentran en los demás animales, aunque con menor perfección.

Si seguimos esta comprensión antropológica la excelencia del ser humano, es decir su dignidad, se difumina de tal modo que eso que llamamos persona no sería más que un sofisticado fragmento de materia sin base ontológica ni moral alguna. Pero cuando utilizamos el término persona no designamos sólo al hombre en sí como un sujeto físico más sino a éste en cuanto portador de una cierta dignidad. En este sentido decimos que si el término hombre refiere a un concepto universal el término persona hace referencia a una substancia que es individual y que posee unas particularidades que la distinguen radicalmente de los demás seres. Muchas veces lo digo pero quien visita la Capilla Sixtina de bien seguro que se maravilla cuando ante el episodio de la creación del hombre observa como los dedos de Dios y de Adán entran en contacto estableciendo una relación de imagen y semejanza que no se produce entre la divinidad y cualquier otra criatura de la naturaleza.

Sin duda, el hombre es un ser excepcional que ocupa un puesto privilegiado en el mundo porque no pertenece propiamente a la naturaleza como acontece con los animales. En este sentido ese chico tiene razón, el hombre no sólo es un ser biológico sino que tiene una segunda naturaleza, la cultura, el conocimiento. Ya lo hemos dicho muchas veces que el hombre es un ser abierto a la verdad capaz de contemplar el universo y de reflexionar sobre ello y sobre sí mismo; de ahí que sea un animal admirable (Pico Della Mirandola) que va mucho más allá de ser un milagro químico que sueña: el hombre es el único capaz de autodeterminarse, es trascendencia.    

comentarios
  1. Roo dice:

    No sé por qué…. pero he perdido ya la ilusión.

    Al igual que quienes afirman que somos un montón de átomos físicos evolutívamente trascendentes. Yo soy un «barbilampiño» que cree lo mismo, pero sin trascendencia.

    Somos animales.
    Pero qué animalotes.
    «Somos nada, pero a la vez lo somos TODO».
    Es intrascendente, pero sin embargo, es.
    El SER. Quien tan sólo es y ya está. Perfecto y Eterno.
    Qué romántico, y por más que parezca New Age, o alguna bobada similar, sigo pensando lo mismo.

    Evolución…
    Tiempo al tiempo
    🙂

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