No deja de sorprender la divergencia de criterio ético en una misma persona. Esta, defiende con ahínco la igualdad entre el hombre y la mujer e incansable trabaja para eliminar el sexismo de la sociedad; sin embargo, no duda, para ello, en utilizar los atributos físicos propios de su feminidad. Este es el caso de ‘Femen’, el grupo feminista ucraniano célebre por sus acciones de protesta en top-less. Ante esta aparente contradicción ética pregunto: ¿es posible estar en contra del turismo sexual, de la prostitución, del sexismo y, al mismo tiempo, reivindicar la dignidad de la mujer mediante el desnudo?
Desconozco el motivo por el que este grupo – y otros – de protesta feminista decide reivindicar los derechos de la mujer mediante el desnudo; no obstante, ¿no es incoherente esta actitud en alguien que pretende dignificar la persona del ser humano? ¿La reivindicación de un derecho justifica que se cosifique el propio cuerpo? Quizá alguien tilde de exagerada y/o arcaica esta observación, aunque tendrá que demostrarme el por qué, pues es preciso señalar, de inicio, que el cuerpo que cada sujeto llama suyo no se posee del mismo modo que los zapatos que calza ni se maneja del mismo modo que un vehículo, sino que es una realidad intrínseca que constituye el propio ser: ese cuerpo no es mío, ese cuerpo soy yo. (más…)