La duda cartesiana opera desde el ámbito teórico exclusivamente, pues la práctica exige, por experiencia, operar incluso cuando no tenemos una idea clara y evidente. Por tanto, nos vemos obligados a seguir una moral antes de alcanzar la evidencia. A esta moral la denomina moral provisional, pues es necesario buscar otra mejor. La moral provisional consta de tres reglas bien definidas.
La primera regla es la de la adaptación. Para Descartes hemos de dirigir nuestro obrar acorde a las circunstancias, es decir, acatar como buenos ciudadanos las leyes y reglas establecidas y conservar la religión. Es decir, no tenemos poder de decisión sobre estas cuestiones; sólo podemos gobernar el modo en que nos dirigimos o enfrentamos a ellas, acomodándonos o revelándonos. En definitiva, se trata de la libertad absoluta, aquella por la cual podemos querer lo que queramos. (más…)