¿Puede entenderse la vida humana y su incondicional dignidad que recogemos en los derechos humanos sin reconocer la personalidad del sujeto biológico que la sustenta? ¿El ser humano es humano desde su fecundación, es decir, desde el momento en que puede entenderse como sujeto biológico que participa de las propiedades características de la especie humana o sólo lo es cuando jurídicamente ocupa una posición social? El hombre no es nunca el producto de la elaboración filosófica de las distintas concepciones que pueden existir, sino que más bien es un fin en sí mismo que se sustenta sobre la fase de su autonomía biológica. Desde el punto de vista antropológico y ético el ser humano goza de una dignidad esencial, la propia del hombre, al margen de toda circunstancia jurídica o caracteres vitales. Así, siguiendo a Kant, la persona es un imperativo moral en cuanto que es un fin en sí mismo, por el hecho de pertenecer a la especie ‘homo sapiens’, que no puede ser de ningún modo instrumentalizado en pos de ningún supuesto derecho ajeno. (más…)