¿Por qué somos hombres y mujeres? Excelente cuestión que desgrana con absoluta brillantez y claridad Mn. Joan Costa en una apasionante conferencia – partida en siete vídeos – de poco menos de una hora que atrapará y permitirá descubrir mejor porque el ser humano es un ser sexuado.
¿Por qué somos varón y mujer? Una brillante conferencia de Mn. Joan Costa
Publicado: 29 enero, 2012 en Sexualidadcomentarios
“Cuando se considera al hombre como obra de Dios, se descubren en él dos características importantes para el desarrollo y el valor de la personalidad cristiana: su semejanza con Dios, que procede del acto creador, y su filiación divina en Cristo, manifestada por la Revelación. En efecto, la personalidad cristiana resulta incomprensible si se olvidan estos datos, y la psicología, sobre todo la aplicada, se expone también a incomprensiones y a errores si los ignora. Porque se trata claramente de hechos reales y no imaginarios o supuestos. Que estos hechos sean conocidos por revelación nada quita a su autenticidad, porque la revelación pone al hombre en el caso de sobrepasar los límites de una inteligencia limitada para dejarse prender por la inteligencia infinita de Dios”. Pío XII.
Hola Joan le recomiendo intensamente la MAGISTRAL conferencia que hizo miró ardèvol: http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=23854 Muchas de las cosas del video se pueden relacionar con la ponencia
Saludos.
Saludos Ángel, muchas gracias por la aportación, siempre es un placer leer o escuchar al señor Ardèvol. Un saludo y gracias nuevamente.
[…] La iglesia no discrimina a las personas con tendencia homosexual, aunque así interese venderlo a determinada corriente ideológica. La Iglesia es muy clara al respecto y considera, a la luz de la evidencia antropológica, que la sexualidad impregna la humanidad del hombre y de la mujer – la humanidad es sexuada – en la totalidad de su ser; es decir, la sexualidad es una dimensión constitutiva de la persona y su diferenciación – varón y mujer – se orienta, a través de la complementariedad, a expresar el amor que es la imagen que hay en el hombre de Dios. […]