El sacerdocio, la profesión más feliz

La revista Forbes menciona el estudio realizado por el Centro Nacional de Investigación de Opinión de la Universidad de Chicago según el cual las profesiones más gratificantes para la persona son aquellas que se caracterizan por prestar servicio, muchas veces desinteresado, a los demás. Así, en la cúspide de la lista de las diez profesiones que aportan mayor felicidad se encuentra el sacerdocio.    

Apreciaremos de inmediato que ser sacerdote, bombero o profesor – por citar tres de las profesiones analizadas en el estudio – son profesiones vocacionales. En el caso del sacerdocio presenta un añadido, el carácter trascendental, la interpelación de la divinidad en el interior del ser de la persona. Sin duda, el servicio a los demás es gratificante, pero decir sí a los planes de Dios colma la existencia entera. Quien ve a un sacerdote anunciando el Evangelio, administrando los sacramentos, en especial el eucarístico y practicando las virtudes teologales se encuentra ante un hombre gozoso en la tarea de hacer las veces de Cristo.

No es de extrañar que los profesores, los bomberos… se encuentren entre las profesiones que aportan mayor plenitud existencial: procurar el bien común, ayudar a los demás, en definitiva, donarse al otro es la mayor muestra de amor que se puede ofrecer, y sin amor no hay felicidad por mucho dinero, poder y fama que se atesore.