Unas 28.000 familias pasan hambre en España. De las 72.425 familias con niños atendidas por el Programa CaixaInfancia el 48% se encuentra en situación de pobreza severa; el 82% padece desempleo –, y el 73% experimenta exclusión de vivienda. Aunque parezca mentira, España es uno de los países europeos con mayor índice de pobreza infantil, situándose por encima del 24%, es decir, que afecta a uno de cada cuatro niños.
Según UNICEF en España uno de cada cuatro niños (24%) se halla en riesgo de pobreza relativa, lo que nos sitúa en la cola de los 27 países que conforman la UE junto con Rumania, Bulgaria y Letonia. Esta tendencia va en aumento desde el año 2005 cuando el porcentaje era del 23%, quizá porque ocupamos, junto con Grecia, el último lugar de la UE en el gasto público en familia e infancia con un 0,7% del PIB, un porcentaje muy inferior al de la media europea que alcanza el 2,3%. Desde luego estos datos son suficiente alarmantes para que la ayuda a las familias más desprotegidas se convierta en una verdadera prioridad en la agenda de la oligarquía política.