A cualquier inteligencia, por menguada que ésta sea, no le pasa desapercibida la existencia en el hombre de una tendencia innata por el bien. Todos, nos diría el más boto, tienen la necesidad de hacer el bien porque en ello va el propio bien personal. La Ética, de la que tanto se habla, tiene por objetivo esto mismo, descubrir qué es lo que debemos hacer, es decir, lo bueno, para alcanzar la propia perfección; aquello que Aristóteles denomina felicidad. Sin embargo, sobre qué es bueno y qué no las inteligencias ya no exhiben el mismo consenso. Así, algunos consideran que no pasa absolutamente nada por aparcar en una plaza reservada a personas de movilidad reducida si la circunstancia lo solicita. Otros, manifiestan el mismo razonamiento cuando afirman el derecho a abortar en caso de una violación. Observamos, por tanto, que la elección que hagamos no es baladí ya que siempre está en juego, en distintos niveles, el bien de uno mismo. En consecuencia no caben relativismos ni ambigüedades morales, sino la máxima seriedad.
Sólo un batueco y una acémila negarán la existencia de un criterio objetivo para discernir el bien del mal. Hasta el más imberbe dirá aquello de ‘es de sentido común’. Pero, si es así, por qué no todos convienen en afirmar esta realidad moral. Es preciso señalar – y recordar – que el bien es bien porque contiene y aporta perfección y beneficio para los demás y para uno mismo en sentido cualitativo. Sin embargo hay quienes sustentan que el bien no es objetivo sino subjetivo y que en última instancia ‘algo’ posee la categoría de bien según la autonomía de cada persona – basándose en muchos casos en estudios etnológicos –. De todos modos aunque el bien sea siempre bueno para alguien el bien no es subjetivo ni opinable sino que es bien con independencia de la voluntad y de la coyuntura de cada persona.
La ética, como sabemos, se ocupa del estudio de las acciones libres, es decir, de aquellas que proceden de la voluntad deliberada y por las cuales el hombre puede dar razón – que se distinguen de aquellas otras en las que no procede la libertad y que denominamos actos del hombre, como puede ser el acto de respirar –. Estas acciones se llaman morales y pueden ser buenas o malas. Sin embargo el hombre tiende por naturaleza al bien, es decir, nunca escoge el mal por sí mismo sino porque la inteligencia lo ha presentado a la voluntad bajo la forma de bien. En este caso la Ética ayuda a discernir entre el bien verdadero y el aparente – la virtud – porque en la realidad existen unas leyes, unos principios, en definitiva, una naturaleza de las cosas. Sin embargo, para algunos la realidad debe adaptarse a ellos como acontece en el mito de Procusto. Pero el fin no justifica los medios ni los medios tienen razón de fin en cuanto que los fines y los medios ni son conceptos autónomos ni se pueden juzgar por separado, es decir, los medios y el fin conforman una única acción; así, el fin que se alcanza mediante medios malos pierde su condición de fin y no puede ser bueno. Aparcar en una plaza reservada a minusválidos me aporta un bien aparente, no tener que dar más vueltas como un loco, ¿pero este bien es mayor que la injusticia que obro utilizando un espacio requerido para una persona que lo necesita? No, la injusticia que realizo es inmoral porque soy consciente de que la acción de aparcar donde no debo está mal.
Porque el bien es objetivo la persona puede formar su conciencia y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada, virtuosa, opera con rectitud, con independencia de las circunstancias y de las apetencias tendenciales, ordenando a la persona a practicar el bien y evitar el mal.
Este es el foro correcto para tu queja:
http://www.guardiacivil.org/tramites/atciudadano/suger.jsp
Aunque también puedes denunciar la infracción en tráfico adjuntando la foto o las dos cosas a la vez.
Lo propio habría sido que » se le hubieran » pinchado un par de ruedas, a ver como se lo explicaban a su sargento, sería lo más justo.
Respecto a esto, he estado estudiando la 2da guerra mundial y me sale la pregunta ¿Sera que los sovieticos debería haber evitado atacar a los nazis solo por que asesinar al enemigo es contrario a la vidan y por ende no responde a la etica?
Muy probablemente si los sovieticos hubieran evitado pelear, los nazis hubieran seguido con su locura y hoy no existirian judios, así que me queda la pregunta todavia ¿Debieron los rusos haber actuado conforme al «no mataras» y haber evitado cualquier confrontacion con los nazis?
Saludos Iván. Respecto a tu ejemplo de la Gran Guerra del siglo XX podemos incluirla en la cuestión de la defensa de la propia vida que contempla el subisguiente «no matarás» que introduces. Desde luego admiro tu tenacidad amigo. Gracias por comentar.
Saludos Xdsl2000 gracias por comentar.
Joan Figuerola
Disfruté tu artículo y lo comparto.
No creo en los «malos instintos» sino en la falta de educación y capacitación de la mayoría de las personas (Conozco individuos que tienen «doctorados» y sus despachos llenos de medallas y reconocimientos que carecen de la educación y capacitación ADECUADAS, porque se dedican a explotar a sus trabajadores y a sus clientes, pues lo único que les importa es ganar dinero sin importarles las consecuencias.
Precisamente, en las CONSECUENCIAS es en lo que debemos poner atención para corregir errores y aumentar aciertos.
Ya estoy recorriendo tus páginas y mi admiración y respeto por tus comentarios aumentan dia con día.
Conozco otras personas como tú y las que siempre tengo en mi memoria, son mi abuela materna, un Ministro Cristiano que me brindó su amistad y sus consejos y una tía católica que a sus 82 años sigue siendo ejemplo para todos los que la rodean.
No me des las gracias por comentar, ya que es un placer para mí haber conocido (Aunque sea por Internet) a una persona tan valioso y positivo como eres tú.
Alfonso a tus órdenes. Si en algo puedo servirte, lo haré con gusto.
No me puedo resistir a comentar el comentario de Ivan porque mira que se podrían haber puesto otros ejemplos infinitamente mejores, pero considerar que los soviéticos atacaron a los nazis para defender a los judíos es más bien ciencia-ficción puesto que al comienzo soviéticos y nazis eran aliados debido a sus raíces comunes en el socialismo y por interés, claro. Los soviéticos más que atacar a los nazis lo que hicieron fue defenderse cuando vieron que los nazis les querían invadir rusia.
Y considerar que hoy no existirían judíos gracias a los soviéticos es más ciencia-ficción puesto que indudablemente tanto nazis como soviéticos persiguieron en su fanatismo cualquier tipo de libertad religiosa. Y sin duda alguna el régimen soviético fue el que mayores masacres provocó, por lo que intentar asignarle cualquier tipo de intención bondadosa me parece francamente ridículo y casi insultante para los millones de víctimas que murieron a causa de su fe.
(Nota del responsable del blog: respecto a la primera parte del comentario no acepto links que no hagan referencia al asunto concreto de la entrada).
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En cuanto a lo planteado en el blog. No tengo una respuesta. No sé si el mal se puede evitar o no. No lo sé. Además teniendo en cuenta que la neurociencia ha demostrado que nuestro cerebro es el que toma las decisiones, antes de que la mente consciente lo sepa, dudo mucho de que se pueda hablar de una acción moral o inmoral, puesto que las decisiones no son ni siquiera «nuestras».
El «yo» también es una ilusión de la mente que el cerebro crea para poder sobrevivir. En pocas palabras: Somos máquinas, el sentido de nuestra vida se reduce a nuestra vida misma, no hay nada trascendente en ello. Sin embargo hay buenas noticias: todo esto no es una fatalidad, si no la forma natural en que la vida es. La moral y la acción «correcta» responden más a necesidades culturales de reconocer la historia de un pueblo y sus costumbres, que en cada cultura es distinta. Y con esto no quiero caer en el relativismo, solo denotar que no sabemos cual es el modo correcto de actuar y de ser. Algunos creen saberlo, pero nadie lo sabe como tal.
Iván Gutiérrez.
Saludos Iván. Aunque debería dirigirme más bien al cerebro de Iván ya que piensa y toma las decisiones por él. Admito el comentario porque siento lástima aunque debería borrarlo.
“La neurociencia ha demostrado que nuestro cerebro es el que toma las decisiones… “. Lamento que el señor Iván padezca falta de juicio por enajenación mental. Desde luego, alguien debería hacerse cargo de su tutela ya que por su estado mental permanente no puede hacerse responsable de los actos que realiza, ya que los ejecuta desde la alienación…
He estado leyendo tus entradas me parecen muy oportunas y coincido con la mayor parte de lo que he leido. Soy profesora de etica y ciuddania en Argentina. Me permites enlazar algun tema de tu blog al mio?
Saludos Verónica. Desde luego que puedes enlazar. Por cierto, será un placer leer tu blog si me indicas la dirección. Muchas gracias por comentar.
Difiero de lo escrito por Ivan.
Tenemos la capacidad de elegir y actuar DE MANERA RESPONSABLE PARA DISFRUTAR LA VIDA de manera, RACIONAL Y CONCIENTE. Al analizar las consecuencias eventuales de nuestras acciones en las circunstancias presentes y en un momento dado, actuamos de manera conciente y no por temor, sino CON UN PROPÓSITO PREDETERMINADO. Al controlar nuestras emociones y deseos y generar los cambios APROPIADOS con responsabilidad, respetamos a los que son dignos de ser tenidos en cuenta para llegar a un acuerdo, (Eso, implica el reconocimiento de los propios errores con naturalidad, para rectificar, y liberar tensiones emocionales y físicas). Este método de aplicar medidas apropiadas a las condiciones concretas de cada localidad y dar oportuna orientación, nos permite cometer menos errores en el trabajo y corregir rápidamente los que hayamos cometido.
Entre los REFLEJOS, los hay naturales, condicionados y aprendidos de manera consciente e inconciente. Los naturales, (cerrar los ojos, brincar al oír un ruido extremo, o alejarnos del fuego), nos hacen responder de diferentes maneras, a las circunstancias que se van presentando en cada momento y lugar determinados,. Los reflejos naturales y la memoria, nos hacen buscar lo agradable, y lo placentero, son tan naturales como sentir hambre temor frío calor humedad, temperatura, presión atmosférica, fuerza de gravedad etc.) Nuestros organismos, cuentan con un cerebro y todo un sistema de glándulas, órganos y nervios que son inseparables del medio ambiente que nos rodea, y nuestro sistema Motor, es complementado por los reflejos condicionados o adquiridos
Al principio no hay sino actos reflejos naturales. Sin embargo, esos reflejos naturales, se van perfecciona o y generalizando con los adquiridos. Después, los reflejos se organizan en hábitos, y al final, aparece la inteligencia que nos lleva a descubrir la SEMEJANZA BÁSICA y la DIFERENCIA ESPECIFICA de muchas de las cosas que nos rodean. (Las temperaturas y ruidos extremos, el día y la noche, el bullicio y el silencio, los esfuerzos que realizamos, los colores y olores, la preocupación O LA ALEGRÍA, la necesidad) El inconsciente, es esa porción de memoria que no es accesible al individuo de manera voluntaria; pero el consciente, lo controlamos y por eso en el derecho hay conductas excentas de castigo; pero inadmisibles en un ser “normal”
Aportando conocimientos científicos y con el apoyo mutuo, se enriquece la sabiduría con claridad, profundidad y solidez, observando las consecuencias lógicas que se derivan de esos conocimientos, y las especulaciones y supuestos que sobre la naturaleza y desarrollo de las cosas y los acontecimientos se elaboran así como las deducciones que no están en contradicción con ese conocimiento que puede ser trasmitido por medio de palabras, símbolos, modelos e imágenes que se ponen íntegramente al servicio del bienestar humano
No todos somos egoístas, ni todos buscamos la satisfacción propia: Para que se haga realidad una mayor satisfacción y un bienestar común, se requiere gente sana, inteligente, educada y alegre. La raza humana es un todo colectivo donde cada ser humano complementa al resto y necesita de ellos; pues esta variación infinita en los seres humanos es la verdadera causa y la base principal de su solidaridad. ·”Educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres». PITÁGORAS