El señor Mariano Rajoy, líder del Partido Popular y candidato a la presidencia del gobierno, ha respondido ante los micrófonos de la Cadena SER a las preguntas de Carles Francino, Gemma Nierga, Àngels Barceló y Montserrat Domínguez. De todos los temas tratados dos de los que despiertan más interés son la cuestión de las uniones homosexuales, mal llamadas matrimonio, y la cuestión del aborto. Respecto a la primera, no sin andarse con rodeos, se ha limitado a señalar que “no tengo cerrada la posición en esta materia”, indicando que prevalecerá la decisión del Constitucional. En cuanto a la ley del aborto afirma tajante que “mi idea es cambiarla y volver a la regulación anterior que hizo el partido socialista con Felipe González” y que alcanzó la friolera de 100.000 abortos al año como informa Intereconomía.
Religión en Libertad recuerda que cuando el primer gobierno del señor González presentó el proyecto de Ley Orgánica de Modificación del artículo 417 bis del Código Penal el 25 de mayo de 1983 con el fin de legalizar el aborto, el entonces presidente del PP (entonces Alianza Popular), el señor Fraga afirmó tajante que “en el grupo popular hay total unanimidad en contra del proyecto de ley de despenalización del aborto”. Así, los populares recurrieron dicha ley durante todo los gobiernos del señor González en el que, desde el 5 de julio de 1985 hasta el 5 de mayo de 1996, se realizaron 359.624 abortos. Pero en 1996 el Partido Popular llega al gobierno de La Moncloa con el señor Aznar, que se mantendría al frente del ejecutivo durante dos legislaturas y la última de ellas con mayoría absoluta. Desde 1996 hasta 2004 el señor Aznar tuvo el tiempo suficiente para derogar una ley contra la que siempre se había opuesto. Sin embargo, a lo largo de ese tiempo no sólo no modificó una sola coma sino que se produjeron muchos más abortos, concretamente 511.429 fueron los nonatos asesinados.
Con las palabra de hoy el señor Rajoy deja claro que no se opondrá a las uniones homosexuales si el Constitucional no señala lo contrario. También deja claro que derogará la ley actual del aborto por la cual éste se convierte en un derecho para la mujer dentro de unos plazos concretos, pero que no lo penalizará sino que volverá a la ley anterior de 1985. Ante este estado es evidente que una persona cristiana coherente no puede en ningún caso otorgar el voto al Partido Popular en las próximas elecciones generales.
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Toda la razón. El PP no es una alternativa para los cristianos en cuanto es un partido abortista, aunque lo limita a diferencia del PSOE, para quien es un derecho de la mujer. Además, la ambigüedad y la falta de criterio ante el matrimonio homosexual muestra claramente que el PP no sigue ni comparte necesariamente los valores morales cristianos. Lamentablemente, no hay un sólo partido que los siga plenamente.
Saludos Alba. Desde luego, ahora se abre un gran dilema: encontrar, si lo hay, un voto razonable a los valores cristianos. Gracias por comentar.
Estoy de acuerdo. Votar al PP es votar a un partido abortista. Votar al PP como «mal menor» no me vale. Como bien dices tendremos que buscar un partido con un programa con ideario cristiano, aunque no tenga representación en el parlamento.
Saludos. Hay alguno, aunque sus tendencias son un tanto exaltadas. Realmente nos falta a los católicos el compromiso de exportar y vivir los valores cristianos y el compromiso hacia ellos en la política. Gracias por comentar.
Qué falta de atrevimiento por parte de Rajoy. Si realmente se considera católico o considera que son católicos sus principios no sólo debería derogar la actual ley del aborto, sino la anterior. Sin embargo se queda a medias, por lo que el aborto seguirá siendo, como ya es, la primera causa de muerte en nuestro país. Lamentable.
Saludos Jaume. Totalmente de acuerdo, a Rajoy le falta coherencia, de ahí su poca credibilidad. Gracias por comentar.
El Partido Popular nunca estuvo dentro de los márgenes morales de la doctrina social y moral cristiana, como tampoco dentro de la defensa de la Patria.
Y a los hechos me remito