Siempre hay una razón para vivir

Publicado: 16 marzo, 2011 en Modos de vida, Video

¿Por qué vivir? Es lamentable pero real saber que muchos millones de personas no encuentran sentido a su existencia; sin embargo la explicación es más sencilla de lo que parece: si uno no sabe hacerse cargo de su ser difícilmente podrá descubrir su finalidad; pues no olvidemos que el obrar sigue al ser. Por tanto la cuestión no es qué sentido tiene la vida sino más bien qué hacemos para que nuestra vida tenga sentido, pues en el día a día construimos, descubriendo, el sentido que nos lleva a nuestro fin, ese fin, que ya he dicho en muchas ocasiones, se encuentra inscrito en nuestra constitución ontológica de seres creados a imagen y semejanza de Dios.  

 

Desde luego la felicidad no viene hecha. No la encontramos a la venta en los escaparates de los supermercados. La felicidad se forja en el trascurso de la vida misma, en la responsabilidad de cada uno de dar respuesta a cada una de esas cuestiones fundamentales, que bien presenta Juan Pablo II en esa maravillosa encíclica que es la Fides et ratio, haciéndolas reales en el vivir presente – en nuestro vivir –. Ciertamente la inseguridad forma parte de la vida mortal por el hecho mismo de su contingencia, de que el hombre existe pero que podría no haber existido, pues sólo Dios es necesario en cuanto que es el Ser en sí. Al mismo tiempo es un hecho real – lo acaecido en Japón nos lo demuestra – que la vida de la persona puede terminar en cualquier instante, pero ante ello no hay que mostrar resignación, más bien hay que asumirlo como un componente más de la vida, la que es en sí una certeza.

 

No se dejen embaucar por aquellos que afirman de manera categórica que la vida carece de sentido y que no hay ninguna responsabilidad para actuar de un modo u otro más allá de la realización de los deseos. Los hombres somos conscientes de nuestra existencia así como del deseo de vivir desarrollando aquella actividad por la cual dotamos a la vida de sentido y significado a pesar de la brevedad e inseguridad del tiempo que vivamos en el mundo, porque este sentido y este significado están inscritos en nuestra antropología, en nuestra realidad ontológica. El hombre no es un barco de papel que zozobra en los márgenes de un riachuelo, no puede limitarse en sobrevivir los días hasta que las circunstancias o la edad le lleven al hoyo; la vida del hombre, como ya hemos dicho, es un hacerse, día a día, en el presente en vistas a ese fin que la propia acción dibuja hasta alcanzar la plenitud máxima del ser, por la cual Dios nos ha creado.      

comentarios
  1. Siempre merece la pena vivir.
    Y aunque la vida nos de golpes, desde la fe y la esperanza se superan situaciones que nos ponen a prueba en nuestra condición de hombres.
    Jamás hay que rendirse.
    Por que siempre hay motivos para alzarse cada mañana que amanece.

  2. Saludos Natalia, desde luego nunca hay que perder la esperanza. Gracias por comentar.

  3. Jairo dice:

    La unica pero la unica razon para vivir tiene que ser Jesucristo porque el resto es vano y pasajero si no tenemos a Jesus y somos cristocentricos de que sirve vivir y ganar dinero o famar o tener el mundo a los pies si perdemos nuestra alma a causa del pecado solo jesus salva el perdona los pecados no niguna religion ni nada solo Jesus.

  4. Saludos Jairo, muchas gracias por comentar.

  5. Javi GR dice:

    La eutanasia es una fracaso social. Si hay gente que llega a desear su propia muerte por estar su vida carente de sentido, es porque ni tú ni yo le hemos dado ese sentido. Ve a visitar ancianos solitarios en una residencia, ve a darle una buena conversación a un enfermo tetrapléjico, ve a darle a cualquiera un sentido para vivir -con tu mera compañía y amor- y ninguno perderá la esperanza. Pero eso ya no se lleva hoy en día: cada uno a lo suyo. Y punto.

  6. Saludos Javi. La eutanasia es un fracaso social y se debe a algo que apuntas: falta de esperanza y sentido. Es necesario descubrir quién es uno y que las acciones de cada uno son una vocación dotada de sentido trascendente. Gracias por comentar.

  7. La eutanasia no sólo es un fracaso social, sino además un contrasentido.
    Porque carece de sentido auxiliar a aquél que no quiere seguir viviendo inmerso en una enfermedad, pero por otro lado se pretende convencer al que pretende colocarse una soga al cuello o lanzarse desde un séptimo piso de que no lo haga.
    ¿Qué criterio sirve de común denominador para ambos supuestos?
    El mismo: la mentira.

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