Las nuevas medidas de seguridad que varios países podrían instalar en sus aeropuertos, en especial para los vuelos con dirección a los EEUU, pueden generar un atentado contra la dignidad de las personas. El escáner corporal atenta contra la intimidad del ser humano ya que genera imágenes muy precisas del cuerpo humano en tres dimensiones, cercanas al desnudo integral y permite ver detalles que son propios de la intimidad de la persona. Sin lugar a dudas, el Estado policial bajo el que vivimos, como si de una novela de George Orwell se tratara, convierte al hombre en un ser meramente público.
El bien no sólo es objeto de la ética, sino que la estética también se ocupa de él, pues ella aumenta lo que hay de bueno en cada hombre. Cuando los autores clásicos usaban el término vergüenza, en el sentido de pudor, lo hacian para referirse a lo más noble del ser humano que es la persona. El pudor no es una virtud, pero tampoco es algo baladí. El personalismo filosófico, también la antropología humanista, considera que el pudor viene no sólo a ser la salvaguarda de la intimidad, sino que es el mismo baluarte de la personalidad del ser humano. El pudor, el respeto a la propia intimidad tiene un auténtico significado antropológico presente en todas las culturas.
El pudor – que es lo totalmente opuesto a la vanidad, pues esta convierte en objeto a la eprsona humana – existe en el hombre porque es un ser personal, un sujeto individual y único, no es un miembro más de la especie como ocurre con el resto de los seres vivos. El carácter personal del hombre explica y da razón de la existencia del pudor. La desvergüenza, el exhibicionismo… sólo obedecen a una pérdida de la intimidad. el Estagirita dice que el pudor se produce cuando el ser humano descubre que no controla con su razón su expresión corpórea. En ese momento se siente inhábil y culpable. Este sentimiento tiene una consecuencia psíquica y fisiológica: el rubor. El pudor es el sentimiento negativo ante un mal inminente. Sin embargo, la vergüenza se produce ante el miedo a que otros lleguen a saber algo que debería permanecer oculto. Pudor es más que miedo. Sólo puede aprehenderse advirtiendo que la persona posee una interioridad que es propia sólo de ella, y que siente la necesidad de ocultar ciertos valores o hechos.
En la actualidad el componente sexual es el aspecto más ultrajado del pudor. El pudor sexual es la actitud que dispone a ocultar los órganos que determinan la sexualidad de la persona. La vergüenza se resuelve cubriendo la desnudez; esta manifestación es tanto antropológica como cultural, pues en todas las culturas existe la tendencia a ocultar los rasgos sexuales del sujeto. La Biblia dice que cuando Dios creó al ser humano éste estaba desnudo (Gn 2, 25). La experiencia de la desnudez es una de las primeras experiencias del hombre. Cuando éste es expulsado del Paraíso, una vez rota su inocencia, descubre la intimidad y, en consecuencia, la vergüenza (Gn 3, 7-10).
El cuerpo no es un accidente, no es sólo carne, sino que expresa a la persona en su ser concreto ontológico y existencial, expresa el ‘yo’ humano personal, que construye desde dentro su perfección exterior. El cuerpo, puede decirse, que es el modo que tenemos de presentarnos como personas. El ocultamiento de los rasgos sexuales tiene motivos antropológicos y éticos: no aparecer ante los demás como un objeto, como una cosa. El pudor refleja la esencia de la persona humana y los escáners corporales la destruyen al convertir el cuerpo del ser humano en un objeto, en una cosa sin la menor importancia.
Estoy de acuerdo con tu escrito, Opus. El escáner corporal es una intromisión ilegítima a la intimidad de la persona. El cuerpo, como el ser, es propio de cada persona y compete a ella y no a nadie más mostrarlo.
Coincidio en todo lo que dices. Desde luego no volaré hacia aquellos países que peviamente tenga que pasar por este scáner.
No vale que, con la excusa de la seguridad, se pisoteen los derechos de las personas, y más su intimidad.
Te enlazo.
http://opticalibre.blogspot.com/2010/01/el-escaner-y-el-pudor.html
Saludos Rojobilbao, con mucho gasto, gracias por avisar. Un saludo.
Excelente comentario a un tema de gran actualidad, lo usaré para mis clases de filosofía con alumnas de secundaria, te cuento los resultados luego.
Gracias
Saludos Carlos. Sí, ya me contarás el resultado será agradable saberlo. Gracias por comentar.
El pudor es lo que sentimos antes de hacer algo que nos causaría vergüenza. Cumplir una obligación legal no debe de causarnos vergüenza por lo tanto pasar por un escáner me causa el mismo pudor que desvestirme en una clínica: ninguno.
Vivimos bajo la amenaza de descerebrados terroristas islamistas que están dispuestos a dar su vida por su Dios, y de paso, las nuestras.
Toda precaución que económicamente sea viable, es bienvenida.
[…] caso de John Tyner vuelve a reabrir el debate sobre las medidas de control y seguridad a las que nos vemos obligados a pasar cada vez que decidimos desplazarnos en avión. El pasado 13 […]
José Manuel: y cuando sea legal filmar a las personas defencando en los baños públicos (incluso en los privados), ¿tampoco deberemos avergonzarnos?
Esto es la historia del sapo metido en la olla de agua que se calienta grado a grado.
Descerebrados los musulmanes fanáticos, por supuesto, pero también los occidentales progres que defienden la permeabilidad cultural asimétrica, esa que obliga a respetar las «costumbres» de los extraños en casa aunque atenten contra la convivencia y los fondos públicos, mientras que calla en siete idiomas los atropellos que esa gente realiza contra extranjeros en sus países.
Descerebrados los que aplauden las modas multicultis sin pensar que así introducen -lamentablemente- más factores de riesgo en casa, lo que allanará el camino a la orwellización de la sociedad.
Saludos Beltenebros. Interesante y acertado comentario. Gracias.